jueves, 25 de febrero de 2016

Juan Muñoz (90.2000)


JUAN MUÑOZ, Galería Elvira González. Madrid, 2016.

                             David Aranda


NOTA PARA  galería ELVIRA GONZÁLEZ

¿Qué es el aire acondicionado? El acondicionamiento del aire es hoy el mejor método para controlar la temperatura de un hogar, oficina, área industrial o galería. Consiste en enfriar o calentar, limpiar y hacer circular el aire controladamente, según las exigencias del espacio climatizado. Las características del aire que se controlan simultáneamente son: temperatura, humedad, pureza y distribución uniforme en el recinto.
¿Cómo funciona el proceso? Para reducir o mantener la temperatura de un ambiente por debajo de la temperatura del entorno se debe extraer calor del espacio y transferirlo a otro cuerpo cuya temperatura sea inferior a la del espacio refrigerado (o viceversa si lo que se desea es una atmósfera cálida). El ciclo de refrigeración simple es el principio fundamental de ingeniería que rige todos los sistemas de aire acondicionado. 
El alma del proceso es una sustancia refrigerante que viaja por un circuito con dos puntos de intercambio de temperatura, uno al interior del espacio y otro en el exterior. En el punto de intercambio interior (evaporador), el refrigerante captura el calor del recinto a climatizar y lo conduce hasta el segundo punto de intercambio exterior (condensador), donde es liberado.
El refrigerante comienza el ciclo en un estado o condición inicial, pasa por una serie de procesos según una secuencia definitiva y vuelve a su condición inicial. A este proceso completo se le denomina: Ciclo de Refrigeración.
¿Qué ocurre en el ser “humano” cuando se expone durante un cierto tiempo en ambientes cerrados con una alta presión ocasionada por un exceso de calor? Una temperatura ambiental excesiva junto con una humedad ambiental escasa y un trabajo que implique un esfuerzo elevado (como pueda ser el acto y ejercicio del pensamiento y la observación detallada) puede causar diferentes trastornos sistémicos y alteraciones cutáneas.
Los calambres por calor, el agotamiento por calor y el golpe de calor son los trastornos que desde el punto de vista clínico tienen más relevancia.

Juan Muñoz 

Sensibilidad, honestidad, “menos es mas”, lo justo y necesario, sin sobrecargos, con “mono y cromo” y ante todo, con una clara intención de soledad, una soledad que se traduce como la auténtica y la más plena felicidad. 
Con estas palabras se definen las obras presentadas por el maestro de la escultura contemporánea Juan Muñoz en la “galería” Elvira González. Un conjunto de esculturas, grabados y pinturas  cuya presencia en el espacio-tiempo irradian (cual rayos de sol en pleno julio) una notoria doble lectura que es lanzada como una flecha hacia la mente del ser “humano” allí presente (una lectura dada unicamente para aquellos seres “humanos” cuya sensibilidad y capacidad de observación no sea menor de una puntuación de 7 ,6 puntos en la “Escala de Arandanos”). 
En la cara A de esta doble lectura se sitúan aquellos aspectos que para la humanidad han sido reconocidos a lo largo de toda la historia como negativos, tales como, el sentimiento de soledad (Raincoat Drawing IV), hermetismo (Balcón con figura de un chino), miedo (Sin título), suicidio (Two figures one laughing at one hanging), autismo, esquizofrenia (One Laughing at the Other) y demencia.

En la cara B, por el contrario, se sitúa la sonrisa (mostrada practicamente por todas las obras escultóricas de Muñoz) y es que, la expresión de sonreír ha sido generalmente asociada al significado de placer y de armonía, pero no hay que olvidarse nunca del sarcasmo. En esta cara B sobre la doble lectura de la exposición de Muñoz, la sonrisa de los hombres esculpidos en bronce y resina de poliéster, es, necesariamente y hoy más que nunca, una sonrisa sincera y placentera.

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