miércoles, 10 de febrero de 2016



F FOR DOUBLE FAKE.
Hito Steyerl. Duty-Free Art. Exposición 11 noviembre 2015-21 marzo 2016. Edificio Sabatini. Planta 3. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
MOGARRA CERVERA, Juan Antonio.

Dios creaba con el logos, el artista se vale del Strike (creativo). El spin que hacer girar las partículas e impone la construcción y el orden sobre la oscuridad catódica. Con el cincelado del artista endiosado se atisba el carácter satírico y el recurso al humor negro que impregna toda la muestra.

Las instalaciones monumentales juegan con la noción de toma de posesión del museo y todo su espacio como propio. Haciendo referencia a Diane Kruger  “your [institutional] Body is a battleground” propio de la crítica institucional. Esta crítica se puede afrontar de una manera directa –al modo de Haacke- o a través de giros, enmascaramientos que confundan al espectador, igual que la propia circulación de las imágenes e información en las estructuras de poder confunden a la sociedad.

Desde un primer momento se atenta contra los modos de ver del espectador, echando mano del vouyerismo de la sociedad de consumo y rompiendo continuamente las expectativas del espectador a través de la construcción de dualidades, mensajes contradictorios; “be water my friend” que llevan de la acción a la pasividad adaptativa y a focalizarse hacía lo que se nos pretende contar. Es la última fase de manipulación de los medios de control del pensamiento, la deglución de consignas filosóficas en pos de la mercantilización. Los recursos de la sociedad pop se evidencian en los relatos fílmicos construidos a través de escenas que se enlazan con un discurso que, en ocasiones, se muestra el mismo incoherente. Construye sistemas de relación mediante elementos literales tomados del cotidiano cuyo significado crítico emerge al llegar al punto de fractura de los elementos yuxtapuestos, como se evidencia en Lovely Andrea, un pseudo-documental al más puro estilo orsoiano. La idea de que la realidad no existía o por lo menos nos era inaccesible comenzó a gestarse en la filosofía kantiana. Para Kant las condiciones de posibilidad para ver o percibir algo, dependen del espacio y del tiempo. Las dos condiciones que se manejan en todo momento en las instalaciones del artista. Lo vemos de manera más evidente en Liquidity Inc donde se nos sumerge en una pecera que nos anestesia con su suministro de información, la estructura de baletudo descompuesta nos deja groguis y nos imposibilita percibir con claridad el mundo exterior. El ordenamiento estético de esta manera hace evidente lo que se hace visible y lo que no. Según Henry James “el poder de inducir lo invisible a partir de lo visible”.

A lo largo de la muestra se nos ofrece la construcción de un alter ego dual de la artista y su obra. La generación de un personaje contradictorio, el artista que en ocasiones “work hard for the money” y ahora nos ofrece su producto free. Aunque realmente nos exige el pago de un esfuerzo físico y mental si queremos llevarnos una conclusión con nosotros.
Después de todos los trucos, engaños y desafíos lanzados al visitante a través del los diferentes modos de ver y posicionarse, Steyerl cierra con la comodidad de la sociedad de consumo, la horizontalidad corporal y cerebral, introduciéndonos en el salón de casa, que focaliza y demanda nuestra atención con agresivos dispositivos sensoriales. The Tower nos devuelve a una realidad artificial, a una pretendida Babel que más bien se parece a “La Isla, donde sólo servimos de repuestos de los medios productivos, que nos mantienen sedados con los clichés de fantasía plástica que han creado para nosotros. Después de haber llamado nuestra atención temporalmente, nos anticipa en esta última sala los elementos que nos devolverán a la apatía una vez abandonemos el campo de batalla y volvamos a la Ivory tower.


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