PASAJES
DE INCOMUNICACION DE LA ESCULTURA CONTEMPORÁNEA
Galería
Elvira González. Juan Muñoz. Juan Muñoz.
Galería Elvira González. 20/01/2016 – 30/03/2016. General Castaños, 3. -28004
MADRID.
MOGARRA
CERVERA, Juan Antonio.
En
esta mirada al “pasado” reciente del arte contemporáneo nos encontramos con el
que fue un renovador de la escultura contemporánea, para la que dicho artista
recuperó la figura humana. De esta forma, al chocar frente a frente con él, se nos
expone la potencialidad de la estética relacional. Dichos muñecos se organizan en grupos, desarrollando una narrativa entre
ellos y hacía –puesto que no con- el espectador. De esta manera, las figuras en
acción e interacción, forman escenas y crean espacios de transitabilidad. Si
bien otros artistas consiguieron llegar al objetivo de expansión o quiebre de
los límites de los lenguajes artísticos a través de canales abstractos, como
sería el caso de Oiticica o Serra, el
elemento innovador de Muñoz es hacerlo a través del uso de un recurso figurativo-clasicista.
En cierto modo, rememoramos ciertos presupuestos espaciales rodinianos en sus
conjuntos de figuras, sólo que ahora la comunicación se ha cortocircuitado
definitivamente.
Las
figuras distribuidas en ambientes abiertos y cerrados crean diferentes
escenificaciones. En aquellos el espectador es invitado a (intentar)
relacionarse con ellas, constituyendo egos compartidos a través de las miradas en el
espejo, un recurso evidentemente lacaniano. Dejando de sentirse espectador momentáneamente
para, discretamente formar parte de su comunicación, aunque sea de manera
voyerista. La expansión del espacio y nuestra inclusión en él (dentro del
espejo) hace más evidente la idea de inmersión en el escenario creado.
En
este anti-diálogo de comunicación de expresiones emocionales –que llegan al
paroxismo- cerradas al diálogo con el espectador, la ausencia de individualidad
llega a incomodarnos en el juego de familiaridad-extrañeza que se propone. Lo siniestro es lo no familiar que tiene dentro de
sí la familiaridad. Una familiaridad que se nos resiste por el efecto de lo
reprimido originario.
Se
recupera una noción clásica y realista de la escultura, pero al mismo tiempo se
evidencia el carácter vacio y muñequil de los personajes, somos así conscientes
del fraude de la sonrisa a flor de piel del Joker que guarda un vacio en su
interior, o devolviéndonos la mirada, evidencia la máscara de cordura que nos
ponemos cara a los demás, sin mostrar nuestro vacio o aislamiento.
Como
ya se ha visto en otros artistas un mismo objeto se asocia a signos interpretantes contrapuestos; la
sensación de vida y la evidencia del maniquí, la extrañeza y la familiaridad. La
dualidad de los lienzos e imágenes que representan espacios despoblados y las
figuras que ordenan los espacios. La combinación de ambos se encontró en su
obra cumbre Double Blind mostrando
los/el leitmotiv del artista de manera monumental -recogiendo las herramientas
del retrosensacionalismo-; la soledad, la reflexión sobre la propia identidad y
la incomunicación, en un traspaso o compendio de lenguajes artísticos.
Este
tema del aislamiento del sujeto se logra a través de diferentes estrategias; la
colocación espacial de las figuras que imposibilitan o rechazan incluir al
espectador en su juego comunicativo. Así, a pesar de poder transitar por el
espacio que crean las esculturas se siente uno aislado de la narrativa diádico-dialéctica
que éstas establecen. La luz dirigida a través de la intensidad de los focos
completa la narrativa, creando sensaciones diferenciadas a acorde con el
proceso de aislamiento progresivo del espectador en el proceso comunicativo y
en su camino peripátetico. Una deriva hacia la exclusión del proceso afectivo
comunicativo que sufre el sujeto anónimo en el mundo que le rodea.
Podemos concluir como decía Teige a propósito de la
narrativa, Shakespeare demuestra que en el fondo del drama se encuentra la
farsa; [mientras que el artista] deja entrever el drama bajo la encabritada
superficie de la farsa y la comedia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario