jueves, 11 de febrero de 2016

PROBLEMAS DE OCCIDENTE



PROBLEMAS DE OCCIDENTE
Hito Steyerl, Dutty-Free Art, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Beatriz Lalanda

A través de una exposición audiovisual Hito Steyerl hace pensar al visitante sobre diferentes aspectos de la sociedad y el mundo globalizado en el que vivimos. Realmente es difícil encontrar el tema que hace de hilo conductor, esto es debido a que se trata de una  exposición antológica donde recopila varios de sus trabajos en los que sí se puede reconocer un carácter activista y de denuncia. Este carácter que tiene la exposición no resulta panfletario, sino que a través de cada sala, y cada video, te induce a la reflexión. Las salas están acondicionadas de tal forma que afecta a la percepción de los videos proyectados,  las proyecciones cuando reflejan una perspectiva de la cultura occidental están en un entorno cómodo, pero cuando hablan de temas que traspasan fronteras,  duros o simplemente desconocidos, el propio ambiente de la sala te produce incomodad. Realmente hay que hacer un esfuerzo por escuchar el discurso, esta dificultad en oír es como una metáfora de la realidad, en la que tienes acceso a toda clase de información pero solo te quedas con los discursos dominantes producidos por los medios, por pura comodidad.
Este ejemplo queda muy claro en la sala homónima a la exposición, Dutty-Free Art, donde nos encontramos a Hito Steyerl pronunciando un discurso, exponiendo temas como  la creación de museos, los Freeport y el mercado del arte en general, en el contexto histórico actual y dentro de la problemática socio-política y económica. El discurso dividido en capítulos resulta interesante, abre los ojos sobre el tránsito de arte mundial, la fluidez de la información y la manipulación de la misma. Pero aun así, teniendo una información jugosa, es pesada de ver. Se exhibe en un pequeño espacio contiguo a la nueva pieza, The Tower, realizada especialmente para esta exposición,  la cual ensombrece la atención de Dutty-Free Art, con un volumen desorbitado, un espacio acolchado, escenificado como un videojuego, que induce al bienestar y a la comodidad. Esta tentación se introduce después de varia salas realmente incomodas, en las que los temas tratados quitan  las ganas de vivir en este mundo a cualquiera. Es en ese justo momento, cuando aparece como un fuerte impacto la pieza, The Tower, aunque esté basada en hechos reales, creada después del atentado del 11 de Septiembre,  introduce grandes contenidos de violencia, se trata de un videojuego, un producto lúdico que insensibiliza a los jugadores, los cuales se refugian en él para desconectar, sin notar que es un arma de doble filo.
Uno de los temas que se repite mucho, no siempre patente, es la muerte de su amiga Andrea Wolf, Su trágica desaparición conmocionó mucho a Hito Steyerl lo que se ve reflejado en las proyecciones, muchos de los videos son expuestos como homenaje siguiendo una línea en la que se la idealiza.
Reflexionando te das cuenta que en el discurso museográfico la gran cantidad de videos seguidos te arrastran, dejandote agotado intelectualmente como para analizar su contenido. Recuerda un poco al tratamiento que se le da a Alex, el protagonista de La naranja mecánica,  para volverle bueno, en este caso la música clásica se sustituye por  elementos culturales muy reconocidos.
Para finalizar volveré con el tema de Andre Wolf, analizando con la mayor objetividad posible, y evitando sentir la empatía que trasmite y emociona en las proyecciones, te da cuenta de que su muerte no fue tan trágica. Andrea Wolf formaba parte de la PKK, un partido de lucha armada, su muerte era esperada. Lo que realmente te parte el alma es la culpabilidad que siente el artista al descubrir que fue patrocinada por la misma empresa que construyó las arma que la mataron.

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