viernes, 12 de febrero de 2016

TOO MUCH CIRCULATIONISM

TOO MUCH CIRCULATIONISM
DUTY-FREE ART. HITO STEYERL
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Edificio Sabatini. 3ª planta
10 de noviembre de 2015 – 21 marzo de 2016
Marco Torres Romero de Ávila
Se puede visitar en el Reina Sofía durante estos días la exposición Duty-free art de la aclamada artista alemana Hito Steyerl. Escritora, teórica, cineasta, y especializada en videoarte, la realizadora ha trabajado particularmente sobre la noción del circulacionismo, que definiría el contexto actual, en el cual información, imágenes o emociones fluyen libremente a través de todo tipo de medios. Cabría preguntarnos si en Duty-free art la circulación queda algo estancada, o por el contrario fluye demasiado alegremente.
Respecto a esto, puedo comprender que quizá un artista naturalmente se sienta inclinado a, por así decirlo, meter todo en la obra; esto es, a unificar bajo un mismo manto diversos tipos de materiales y manifestaciones de orígenes variados, como –sin poder yo asegurar taxativamente que así sea- puede que ocurra en Duty-free art. Para una artista experimentada, reconocida y con un sustento teórico tan particular como Steyerl esta tendencia podría ser aún más aguda que en otros casos, en tanto que el tiempo puede ir liberando de ataduras y preocupaciones más o menos superfluas al sujeto creador que ya posee un gran conocimiento y dominio de su material y sabe qué quiere hacer y cómo realizarlo. Al menos, así racionalizo yo que su exposición sea capaz de mostrarnos tan pronto una pieza como November, en la que se recuerda a Andrea Wolf/Ronahî (amiga personal de la artista y símbolo del conflicto turco-kurdo), como otra llamada Lovely Andrea: un documental que ilustra la búsqueda de Steyerl de unas fotos de bondage que ella misma realizó en Japón décadas atrás.
No tendría mayor sentido caer en una descripción individualizada de cada uno de los materiales que se proponen en la exposición (unos trece vídeos, además de las correspondientes instalaciones en cada caso), si bien me detendré para comentar sobre aquellos que creo lo merecen. La primera obra que se nos propone, Guards, probablemente genere unas expectativas que la sala inmediatamente posterior se encargará de aniquilar eficazmente. Aunque ya ha quedado evidenciado que Duty-free art no es una exposición orientada a ofrecer un discurso lineal y continuo, sí que podemos observar nexos particulares entre piezas como November Lovely Andrea (en este caso, basado más en una circunstancia afectiva de la autora que otra cosa).
Mayor peso adquieren los conflictos de guerra mundiales y el tema de la seguridad, que planean sobre Novemberln free fall y Guards, a la vez que este último, con su noción del museo como “objetivo débil”, nos conduce a una reflexión de diferente nivel sobre el arte, su situación actual y la institución del museo, que también se trata en otros vídeos de la exposición (particularmente en Is the museum a battlefield?; en gran medida un monólogo de la propia Steyerl sobre su pensamiento).
La pieza Liquidity, Inc., que incita a pensar en cuestiones como la manipulación de los medios de comunicación, lo sencillo que es tergiversar la información y los modos de ver, podría ser quizá en la que mejor se plasman las nociones de circulacionismo y liquidez sobre las que insiste la autora en sus escritos. Tanto en el fondo como en la forma (colchonetas para el espectador incluidas) de esta instalación, se revela una acertada materialización de su corpus teórico. How not to be seen propone ideas similares.
No obstante, es definitivamente en piezas como The Tower, o Lovely Andrea donde creo que el espectador puede terminar por sentirse comprensiblemente confuso, o como mínimo sorprendido; pero al margen de esto, es el aire pop, sarcástico, y casi casi de cutrismo serie B (esos acompañamientos musicales) que sobrevuela la exposición, el mejor aliciente para combatir su tediosa duración.

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